sábado, 8 de septiembre de 2012

Capitulo 18 "Lobos y corderos"

Lobos y "corderos" subieron dentro del vehículo para ser llevados al imperio del terrorista. Dentro una densa tensión abrazaba a los ocupantes. El insalubre hacker decidió romper el silencio. En la parte de delante, el hombre del maletín y detrás los presos custodiado  rodando hacia su destino.

-¿Adonde nos lleváis?

-¿Tu donde crees?, acné andante.

-Vaya veo que tu no eres el jefe. Que decepción, eres una matón con un galón mas que tus compañeros. Eres el niño de los recados.

El aludido iracundo giro sacando su arma y apuntando a la cabeza.

-No eres tan bueno, ni tan imprescindible. Niñato de los ordenadores con solo chasquear mis dedos tendría cientos como tu haciendo cola. Además los dos no sois necesarios.
Quizás tenemos exceso de carga y haya que soltar lastre.

El Araña acerca su cabeza a la boca de la pistola.

-Adelante. No sentiré nada. Solo vuestros carisimos trajes hechos a medida llenos de pegajosa sangre y esponjoso cerebro.

El hombre pone el seguro del arma y esta a punto de recogerla.

-No tienes lo que hay que tener.-dice Araña.

Acto seguido arranca el arma ante la sorpresa del sicario. Y Araña se acerca la pistola a la boca y se pega un tiro. Saltando sangre y restos de cerebro por todo el coche.

Araña queda inerte.

-Joder, joder, joder. ¿Pero que le pasaba este tipo? Solo quería asustarlo y nos ha rebozado en su mierda.

Los otros sorprendidos se miran entre si.

¡JAJAJAJA!!-una risa cavernosa hace acto de presencia.-Tendríais que miraros las caras. ¡Que bueno! Jajajajaja...

Los aterrorizados acompañantes miran al zombie de Araña y empiezan a gritar. Dunphys coge el arma del Araña y liquida a sus guardianes, dejando con vida al conductor y al jefe.

-Y ahora por favor, un poco de silencio. He pasado muy mala noche y quiero dormir un poco. Cuando lleguemos me avisas, Araña.

-De acuerdo. No hay ningún problema.-contesta Araña con un voz de ultratumba.

Los sorprendidos supervivientes no dan crédito a sus ojos.

-Aunque date prisa por el viaje va a ser corto.-apuntilla mientras guiña el ojo al copiloto.

Tras rodar varios kilómetros se adentran en zona industrial salpicada por enormes naves y almacenes.

Finalmente se paran en una de las zonas mas alejadas donde se encuentra una gran nave sin nombre.

Del ataúd andante bajan dos hombre. Dunphys y el traficante con unas gafas de sol.

-Bueno señor Dunphys. Espero que nuestro anfitrión tenga buen whisky irlandés. Creo que usted tiene cierto genio cuando no se cumplen sus expectativas.

-Cierto.

Dos hombres armados salen de la oscuridad. Uno de ellos se sorprende al ver a su superior junto al irlandés.

-Perdone, señor Varga. No le reconocí. Pase el jefe le esta esperando.

Avanzaron unos pasos. Y el sicario con el cual había hablado se gira extrañado.

-¿Y los demás?

-Les he dado descanso. Ciertas cosas hay que hacerlas con la máxima discreción.

-Bien. Ojala den su merecido a esas ratas.

Dunphys esta a punto de sacar su arma pero Varga le detiene ante la extraña mirada de los guardianes.

-Tomaros la noche libre, chicos.-zanja Varga para evitar suspicacias.

-Gracias, señor Varga.

Varga y Dunphys sacan sus armas y los acribillan.

-De nada, chicos. Que lo disfrutéis.

-Bueno es hora de hacer negocios, sr. Verga.-dice sonriendo el irlandes sonriendo.

Continuara...









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